jueves, 15 de octubre de 2015

ImVecindario.Cap 23 "CA BRO NES"

Desde que volvimos de vacaciones, Will, "E" y yo tratamos de quedar un día para contarnos que tal el verano y esas cosas de vecinos molones que nosotros hacemos, pero no había manera de poner fecha y hora.
Hace unos días al volver a mi castillo de 50 metros escasos encontré las 3 puertas de mi descansillo abiertas de par en par. Nos habían robado a los 3.
Dentro de los apartamentos se había montado un expolio tal que tardé dos horas en encontrar la cajonera de mi mesilla bajo aquella montaña de cosas que parecía Zara en rebajas. No quedó ni una braga en su sitio.

Así que gracias a esos hijos de una hiena por darme la oportunidad de hacer limpieza y sobre todo por encontrar aquellas bolas chinas fluorescentes que "L" me regaló hace años, tenía olvidadas y ahora coronaban aquella montaña para que todo el mundo incluida mi casera, mis vecinos y la guardia civil pudieran apreciar con todo su esplendor antes de que viniera la policía científica. Puede que las necesite a partir de hoy para relajarme.



A la una de la madrugada estábamos los tres en silencio ocupando una sórdida sala de espera del cuartel poniendo la denuncia.
Solo se me ocurrió decir -"Lo que me ha costado que nos juntemos todos, oye".
(RISAS)


Tengo que hacer mención de honor a mi santo padre que se cruzó media España en coche para venir al rescate y a mi vecino nuevo del segundo que resulta ser Guardia Civil y se encargó de todo cuando me encontró en el portal con mi "parraque". Debe trabajar de incógnito porque no le había visto en mi vida.









martes, 29 de septiembre de 2015

ImVecindario.Cap 22"Salud bucodental"

Vayan por delante mis excusas por el abandono de este nuestro boletín informativo del ImVecindario pero estoy muy ocupada con una investigación que me tiene frito el buzón.

Llevo una temporada sufriendo el acoso silencioso de un repartidor de publicidad de una conocida clínica dental. Tengo acumuladas más de 30 copias del mismo panfleto en casa.
Es el único repartidor que se pasa por el forro el buzón comunal repleto de teléfonos de cerrajeros, calendarios de talleres y ofertas de kebab que cuelga en la pared exterior de mi portal y entra hasta los buzones.
Ese escurridizo repartidor o tiene llave o alguien desde dentro le deja pasar.
Cada día la misma hoja odiosa saliendo de la ranura como una lengua azul con la foto de una familia súper feliz porque ya no sufren de enfermedades periodontales.

Electrificar mi buzón se me antoja injusto para el cartero, así que a diario bajo con la ilusión de pillarle in franganti.
Hace dos días bajé a media mañana y encontré abierta la ventana de cristal contigua a la puerta.

¡Por ahí mete la mano del desgraciado y abre la puerta!

Tengo como principal sospechoso el señor que limpia el portal. Igual con eso se saca un sobresueldo pero alguien debería explicarle que hay más portales y más gente con caries por el mundo y que no quiero empapelar mi casa.

Este canalla no sabe con quién se está midiendo.


lunes, 31 de agosto de 2015

ImVecindario International Edition. Final Chapter "Sayonara Toronto"

Finalmente el imperio del sol naciente ocupó el piso por completo. Masaki y dos japonesitas entrañables con una eterna sonrisa en la cara y una inocencia sorprendente. Les podría haber dado cianuro etiquetado para comer y habrían muerto sonriendo y dando las gracias. Las "happynesitas". Son capaces de dejar de respirar solo por no molestar, sacan fotos cuando haces una tortilla, te piden permiso para usar un champú fosilizado abandonado en el baño de algún inquilino anterior y te siguen hasta cuando sacas la basura porque todo les alucina. Creo que en realidad era un intercambio de estudiantes Canadá-Saturno. Ha sido una semana viviendo con una especie de ositos amorosos.
Pero debería ampliar mi imvecindario internacional al resto del edificio. Ya puedo decir que tengo amigos en Brasil, Korea, Venezuela, Francia, Turquía, Alemania, Italia, Arabia Saudí, Canadá, Japón... Tengo una idea general de lo que tiene que ser una fiesta en la ONU. En mi Facebook aparecen símbolos que jamás entenderé y nombres impronunciables de amigos para siempre.
Mención especial para mi cuadrilla española toronteña que aún sigue allí. Espero que me echen de menos o les bloqueo en Facebook.
Al final me ha dado penita. Señal de que ha sido una gran decisión venir.

ImVecindario Iternational Edition. Chapter 2. Making friends with a tortilla

Muchos sabéis de mi merecida reputación como cocinera galardonada de tortillas de patata.
El tamagochi que tengo como compañero de piso no es muy dado a la tertulia, me ha costado sacarle de la cueva pero solo ha hecho falta que se fueran la italiana y la canadiense para que en la soledad de nuestro tercer piso asomara la patita al olor de las patatas que intentaba freír en una sartén con mango giratorio que casi me cuesta un disgusto.
La tortilla toronteña merecía la visita de un catador profesional de la tierra, así que el de Donosti ha subido a pasar el control de calidad y el japo ha puesto cara de "¿tengo que probar esa cosa amarilla?".
Al tercer pintxo se le ha soltado la lengua por fin.
Prueba superada. A Masaki (espero que nadie pensara que se llamaba DimSum o Tamagochi), le encanta la tortilla.
Cuando ya teníamos resueltos los lazos Japón - España ha aparecido un tercer habitante en la casa!!!
En próximos capítulos les contaremos por donde respira este sobrino de Angela Merkel, MAX. Parece muy majo.
Dos días más y ya tenemos para hacer el chiste:" van un japonés, un alemán y un español a Toronto y..."

ImVecindario International Edition. Chapter 1. Un tornado, un búfalo y una timba

El ImVecindario está cruzando fronteras.
He venido a Toronto para ver si todo pasa en mi barrio o es el azar el que me apunta con su dedo cósmico....
Hace ya 27 horas,(a las 5am) que mi santo padre me dejó en el aeropuerto. Mi vuelo con escala en Lisboa estaba en orden. Nada presagiaba las 2 horas de retraso portugués ni mucho menos que 8 horas después el piloto intentará aterrizar en Toronto y una tormenta localizada parase justo encima del aeropuerto canadiense con tornado incluido; cierren el tráfico aéreo y una hora después termines reportando en Búfalo. Sí, estáis leyendo bien. Búfalo.
El cómputo hasta ahora es de:
3 horas en Barajas
1 hora de vuelo a Lisboa
2 horas de retraso
8 de vuelo a Toronto
Y sumamos entre tornados y búfalos 3 horitas más.

Para los que veíamos el 1,2,3 esto hace un total de 17 horas de viaje.
Pero la mala suerte quiso además que un tren y 4 paradas de metro después, el diluvio se cebara conmigo y mi maleta de 22 kilos hasta llegar andando a mi residencia.
Viéndome así como una sopa y una ojeras como bolsas del carefour, dios quiso recompensarme y media hora después estaba en una cocina de 1 metro cuadrado con uno de Donosti intentando enseñar a jugar al mus a dos italianos.
De momento comparto baño con Deborah la italiana, Mery la rubia sonriente de Montreal y un Japo de nombre parecido a Mijagi que aún no ha asomado el dim sum.
Definitivamente soy un imán de acontecimientos. Llamadme Dorothy que parece que he llegado a Oz.

lunes, 18 de mayo de 2015

ImVecindario. Cap 21"Campaña electoral"

Tarde del 7 de mayo, 19:00h
Llegando a mi casa me encuentro frente a mi portal un caballete de madera de unos 2x2.
-¿Qué es esto?


Madrugada del 8 de mayo, 00:05h.
En el silencio de la noche, casi dormida con Morfeo de camino y como por arte de magia oigo unos aplausos como si acabara de hacer la actuación de mi vida en el Teatro Real.
Por un momento no sabía de donde salía esa ovación tan nítida.
¿Fantasmas Aplaudidores? De esto nunca había dicho nada Iker Jiménez
Dos segundos después mi cabeza procesa esa estupidez y me asomo a la ventana. Allí estaba la solución al misterio.
15 o 20 personas que según se pegaba un cartel en el caballete de madera se regalaban un aplauso. Pegar un cartel tampoco me parece hazaña como para aplaudirse a uno mismo pero no voy a entrar en la capacidad intelectual de nuestros políticos municipales. !Que no harán si terminan un sudoku!  
Efectivamente era una representación (de circo) pero no era la mía.


Madrugada del 13 de mayo, 00:05h
Por donde vivo estoy acostumbrada a todo tipo de ruidos. Así que cuando uno me despierta es que tiene que ser muuuuy exasperante.
Tiene pinta de ser un niño tirando una pelota al caballete-pienso
Unos golpes secos de esos que taladran la cabeza. Y no quieres levantarte porque sabes que te desvelarás y a quien sea le vas a echar una maldición gitana que durará 3 generaciones.


Madrugada del 15 de mayo, 00:27h
¡¡¡Otra vez los golpes!!!
Me levanto de la cama con la furia de la Hidra, levanto la persiana como para ponerla en órbita y me encuentro a un señor con una pistola de grapas poniendo un cartel electoral. Las grapas estaban de oferta y estaba bordando el cartel en todo su perímetro. Que con pegamento se queda igual digo yo!


Yo-"¡Le importaría dejar de hacer eso?
(El señor gira su cabeza y me encuentra en el balcón del tercer piso sin dar mucho crédito)


El señor de la grapa- "Es que es mi trabajo"


Yo-"¿Y no tiene horas el día para hacerlo que tiene que ponerse con la pistolita de grapas a las doce y media de la noche? Porque ya es la segunda noche que me despierta y los demás también trabajamos.


El señor de la grapa-"Ya he terminado"
(Mentira...si le dejo se hace una réplica de la cara del alcalde con el cobre)


Yo-"Muy bien, gracias"
(El señor de la grapa recoge su maleta de herramientas y se va. Fin de la conversación)


A los 10 segundos recibo un whatsapp de mi vecina E muerta de la risa que dice-"Le has acojonado"


Y poco me parece. Tenía que haber bajado con toda la mala leche y arrastrar el caballete 70 metros más abajo hasta la puerta del ayuntamiento. Allí como si empapelan el wáter. Que a fin de cuentas este circo es para sacar nuevo alcalde y aplaudirse un rato.
No revelaré de que partido era El Señor de la Grapa, pero si ponen la mitad de empeño en la política municipal que en poner un cartel, tienen mi voto.








viernes, 23 de enero de 2015

ImVecindario.Cap.20"Las bragas de mi vecina"

"L" es una amiga que vive en un edificio colindante con tan solo 6 apartamentos, dos por descansillo.
Es un edificio habitado casi en su totalidad por gente de la misma familia representada por señoras muy amables si no se les moja más tarde de las doce de la noche. De esas que te sonríen en el ascensor y luego comentan con las amigas mientras se atusan el cardado "¿Esa, la del segundo? ¡Esa es una fresca!"
Son traicioneras como las sábanas bajeras, esas de la gomilla ajustable que parecen muy cómodas y prácticas hasta que un día te la juegan de la manera más rastrera cuando las vas a tender en ese patio compartido y no te das cuenta que en ese dobladillo arrugado esconden un arma: tus bragas naranjas.


Y las ves un segundo antes de la catástrofe, asomando, como riéndose de ti. Y ya no puedes hacer nada, y como a cámara lenta hacen equilibrio entre las cuerdas del tendedero antes de caer al vacío y aterrizar en los geranios de la vecina.


Menos mal que "L" no es especialmente vergonzosa y rauda bajó las escaleras para pedir excusas y recuperar su tesoro. Pero un domingo a esas horas igual estaban en misa rezando al cristo. Así que decidió bajar un poco más tarde.
Pero después de misa seguro que se fueron a tomar el aperitivo, se encontrarían con fulanita y con menganita que seguro les invitó a ver sus nuevos tresillos estampados de flores y se liaron, se liaron y lo mismo terminaron en el bingo porque nadie apareció por esa casa.


Consciente de que sus bragas seguían adornando los geranios, pero impotente por no poder rescatarlas con cierta dignidad, "L" se marchó a una cita que ahora mismo no recuerdo (bien pudo ser conmigo en el karaoke), total que llegó a su casa a las tres de la madrugada.


No eran horas de tocar el timbre así que subió las escaleras pensando en recuperarlas al día siguiente....pero no hizo falta.
Al pasar el primer rellano, a la altura de sus ojos y para disfrute de todo el edificio, sobre todo para los asistentes a la fiesta del vecino, aparecían colganderas en el pomo de su puerta: las bragas naranja.


Con nocturnidad y alevosía, así se las gastan las señoras que se atusan el cardado y juegan al bingo.


Recomendaciones: Incinerar todas las braga-faja color chicha antes de que suceda una catástrofe de proporciones épicas y ahorrar para una secadora.







martes, 20 de enero de 2015

ImVecindario.Cap.19"En Tierra Hostil"

Me gustaría contar algo realmente alucinante para justificar mi abandono del blog como que me había fugado a Las Vegas a casarme con Elvis, que me habían secuestrado y estaba camino de oriente para unirme a la yihad, que los Reyes me trajeron un perro y se comió lo deberes... pero ni Elvis está vivo, ni me caen bien los camellos, ni tengo perro aunque si me caen bien.
Toda esta espera ha sido fruto de una mezcla de navidades, que soy más vaga que dormir vestida y que estaba esperando el desenlace de un cúmulo de hechos acontecidos en mi imvecindario que me tienen curiosona.


Entre mi edificio y el contiguo hay una escalinata que sube al campanario de la iglesia. En un lateral de esa escalinata se encuentra un restaurante chino, en origen.
Digo en origen porque ahora también hacen comida japonesa y tailandesa y cualquier día colonizarán el cocido madrileño en oferta y a domicilio.


Me parecía raro que al pedir chino, los repartidores fueran jovencitos gitanos, marroquíes...no tengo muy claro su procedencia.
Pensaba: "¡Cómo está el tema que hasta los chinos se han quedado sin chinos para tanto negocio!" Igual que ha hecho el chino moderno de los bajos del edificio que en su tienda de moda ha contratado a una señorona pizpireta de pelo cardado que puede venderte una estufa en el desierto.
Pero no.
Se cuece algo en el restaurante chino y no son fideos.
En esas escaleras se juntan todos los posibles "adolescientes" de "Hermano Mayor" roceño. Una mezcla de chonismo y malaje que no pinta bien y me tiene el suelo de pipas y chicles que da pena verlo.
Mi vecine Will, que tiene la belleza como castigo pero que también es un poco "La vieja del Visillo", ya me había comentado que son habituales las visitas de la benemérita a la escalerilla buscando droga. Y que los "adolescientes" la guardan detrás del cartel del restaurante chino.


Yo me pregunto si a cambio del favor de hacerse los chinos ciegos, los "adolescientes" no les hacen el reparto de comida a domicilio con sus motos de gitanillo de barrio.


Ayer al cruzar la escalinata para llegar a mi casa me crucé toda la redada con los guardias civiles cacheando a los "adolescientes" y me dieron unas ganas locas de acercarme al cartel y sacar el pastel. Pero como el sushi no está mal, me regalan calendarios de año nuevo, saben donde duermo y aprecio mi vida...mejor me mudo.